

Un grupo de investigadores costarricenses se propuso estudiar al mosquero de agua (Sayornis nigricans), un ave que vive cerca de ríos y que muchos consideraban un posible “bioindicador” de la calidad ambiental. Es decir, se pensaba que su presencia o ausencia podía reflejar el estado de salud de los ecosistemas ribereños. Pero ¿es realmente tan sensible a la contaminación como se creía?
Para responder a esta pregunta, un grupo de investigadores de la UNED y UNA estudiaron el comportamiento y hábitat de esta ave en seis puntos del río Torres, que atraviesa la ciudad de San José, una de las zonas más urbanizadas de Costa Rica.
Los científicos midieron variables como el ancho y profundidad del río, la cobertura vegetal, la calidad del agua y la cantidad de lugares donde el ave podía posarse (ramas, piedras, estructuras artificiales). También observaron directamente a los mosqueros durante varias semanas, registrando sus actividades y preferencias.
¿El resultado? Sorprendente. El mosquero de agua se mostró indiferente a la contaminación. Se le encontró tanto en sitios con vegetación abundante y agua de calidad regular, como en lugares con contaminación extrema y escasa cobertura vegetal. Además, su comportamiento fue consistente: pasaba la mayor parte del tiempo posado en piedras, acicalándose o buscando alimento, sin importar el grado de urbanización.
Incluso se observaron nidos bajo puentes y padres alimentando a sus crías en zonas muy degradadas. Esto sugiere que el ave no solo tolera la contaminación, sino que se adapta activamente a ambientes urbanos, aprovechando estructuras artificiales y la disponibilidad de insectos, su principal fuente de alimento.
Los investigadores concluyen que, aunque S. nigricans es fácil de observar y estudiar, no debería considerarse un bioindicador de calidad ambiental. Su capacidad de adaptación a ríos contaminados lo convierte en un ejemplo de resiliencia urbana, pero no en un termómetro ecológico confiable.
Este estudio cambia la forma en que vemos a ciertas especies urbanas: no todas reaccionan negativamente a la contaminación. Algunas, como el mosquero de agua, se reinventan en medio del caos urbano. Y eso, aunque admirable, nos obliga a buscar otros indicadores para evaluar la salud de nuestros ecosistemas.
Referencia: Quesada-Acuña, S. G., Vargas-Masis, R., Azofeifa-Jiménez, D., Ulate-Gómez, K., Zamora, L. A., & Rodríguez-Corrales, A. (2015). Caracterización del hábitat y comportamiento del mosquero de agua (Sayornis nigricans) en la microcuenca del río Torres en San José, Costa Rica. Zeledonia, 19(2), 34-42.

