Desde el inicio del programa en el año 2000 la dinámica de trabajo se generó dentro de un escenario en donde el concepto tradicional de la producción de una videoconferencia era el principal actor. Esa visión tradicional de la producción involucraba la polifuncionalidad de todas las personas que trabajan en el programa. Es decir, todo el mundo hacia de todo; desde la parte técnica pasando por la audiovisual hasta la didáctica.

Este modelo fue funcional en el inicio y consolidación del Programa, sin embargo a partir de la evolución tecnológica y audiovisual que el mundo ha tenido y sobretodo la demanda por parte del sector académico y estudiantil, por servicios tecnológicos y audiovisuales que les ayuden a su formación, el programa de videoconferencia ha evolucionado a una instancia de servicios variados de videocomunicación y audiovisuales: videoconferencia de sala, videoconferencia de computadora, webcast o transmisión de tutorías y videoconferencias por internet, grabación y mediateca de videoconferencias, tutorías y otros materiales audiovisuales que se realizan desde el programa.

Ésta evolución ha dejado en evidencia dos aspectos; el primero es que actualmente la demanda está sobrepasando nuestra capacidad de respuesta a esa variada e intensa cantidad de solicitudes por esos servicios.

El segundo es la necesidad especialización en el desempeño y acciones del quehacer del Programa de Videoconferencia, es decir se necesita gente que haga producción, edición, cámara, postproducción y soporte tecnológico.

Este punto hace necesario cubrir estos aspectos desde una perspectiva de sinergía laboral con los distintos programas de la Dirección de materiales didácticos así como de dotar de más recursos económicos y de personal al programa de videoconferencia.

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