Los observatorios y las redes como estrategias innovadoras de vinculación:Tendiendo puentes de equidad y desarrollo 

 

 Lizette Brenes Bonilla
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Doctora en Ciencias Económicas, graduada de Mercadeo en el ITESM, México y en Gestión de la calidad y el cambio en las Universidades de  Kassel y Leipzig en Alemania. Es catedrática de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica (UNED). Tiene amplia experiencia en la vinculación universidad, empresa y gobierno. Dirige el Observatorio de MIPYME que fue declarado de “Interés Nacional y Público”. Es cofundadora de la Red Iberoamericana de PYMES. Conferencista, consultora y académica internacional. Ha publicado cuatro textos universitarios, numerosos artículos en reconocidas revistas internacionales y ponencias en Congresos especializados. Actualmente es la Vicerrectora de investigación de la UNED. 
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Velia Govaere Vicarioli
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Abogada de la Universidad de Costa Rica, con maestría de la Universidad de Michigan en derecho comercial internacional. Consultora de compañías nacionales, multinacionales y de organismos internacionales como el BID, USAID y OEA. Ex-Viceministra de Economía, Industria y Comercio (MEIC) de la Administración Arias. Consultora del Consejo Presidencial de Competitividad e Innovación. Catedrática de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), con amplia carrera docente y coordinadora de la Maestría de Derecho Económico. Ha escrito diversos libros sobre comercio exterior y pymes. Coordinadora del Observatorio de Comercio Exterior (OCEX) de la UNED.

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Resumen

Se exponen las experiencias de los Observatorios de MIPYMES (OMIPYME) y de Comercio Exterior (OCEX), como mejores prácticas académicas de tratamiento sistémico y articulado de aspectos medulares en el perfeccionamiento de la institucionalidad democrática.  Ambos observatorios nacen como respuesta a demandas nacionales insatisfechas de generación de conocimiento, creación de capacidades, información y comunicación estratégica al servicio de actores gremiales, institucionales y sociales.  Se muestra cómo ambas iniciativas crean una base académica de incidencia en el diseño de políticas públicas con acento en la innovación, la competitividad y la equidad social.  Se responde así a la necesidad que tienen las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y los actores políticos de nutrirse de los resultados investigativos de las universidades así como reflejar en la vida universitaria las demandas de la vida social. 

Abstract

This paper describes the experience of the Small and Medium Enterprise Observatory (OMIPYME) and the Observatory of Foreign Trade (OCEX), examples of academic best practices that contribute to the strengthening of democratic institutions through systemic and integrated treatment of key elements. Both observatories emerged in response to unmet demands for knowledge, capacity, information, and strategic communication that could meet needs of the country’s sectorial, institutional, and social actors. The paper shows how both initiatives created an academic platform to influence the design of public policies that emphasize innovation, competitiveness and social equity. They respond to the need on the part of the private sector, civil society organizations and political actors to be informed by research findings from universities, and for universities to reflect the demands of society. 

Introducción

El progreso de la institucionalidad democrática tiene como termómetro la satisfacción de necesidades sociales de la ciudadanía. La gran promesa democrática tiene como contenido la construcción de un sistema participativo que permita responder, al mismo tiempo, tanto a la creación como a la distribución de la riqueza, a la generación de oportunidades económicas, educativas y laborales y también a la socialización de su acceso. Los contenidos de crecimiento económico son tan decisivos como la cohesión social. Es frecuente, sin embargo, que períodos de auge económico se acompañen de concentración de beneficios y que las crisis castiguen con más fuerza a los sectores más vulnerables. Es la constante contradicción a la que tiene que responder el sistema político y la academia debería, de forma sistémica, estar en capacidad de señalar, a tiempo, las inconsistencias holísticas que alimentan la insatisfacción ciudadana.

En el universo académico se fortalecen las capacidades humanas que nutren el aparato productivo, se diseña con trazos amplios la arquitectura del sistema político y la formación del acervo técnico, profesional y científico de su personal y también construye los instrumentos científicos y analíticos que miden la calidad de la democracia vista desde el ángulo del desempeño de sus mecanismos para restablecer la equidad. De forma tradicional existe un corte de discontinuidad entre la formación académica y la vida social. La capacitación sociológica, política y técnica que ofrecen las universidades suele estar desvinculada de la acción cotidiana de los protagonistas sociales, económicos y políticos, que una vez que dejan las aulas universitarias tienen sólo una referencia lejana con la vida académica.

De este corte institucional se derivan disfuncionalidades temporales entre el mundo académico y las políticas públicas, por una parte y entre las necesidades de entrenamiento que demanda el aparato productivo y la oferta curricular que brinda la academia. Con frecuencia, los nuevos paradigmas, nacidos del análisis político universitario, tardan décadas en encontrar espacios reales de ejecución dentro de la administración pública. De igual manera, la evolución de los currículos académicos difiere de la velocidad exigida por las transformaciones tecnológicas de las empresas. Estas disfuncionalidades reactivas demandan la introducción de una vinculación estrecha y sistémica entre el mundo político, social, productivo y la academia. Tanto las empresas, como las organizaciones de la sociedad civil y los protagonistas políticos de la vida pública necesitan nutrirse de los resultados investigativos de las universidades, como éstas de las demandas y necesidades de aquellas. Adicionalmente la academia permite un punto de encuentro necesario para una comunicación fuera de las ideologías, pasiones e intereses creados. Hablamos aquí de la necesidad de introducir sistemas de “observación”, desde la perspectiva multiforme de la creación de capacidades, generación de conocimientos, comunicación estratégica y articulación de potencialidades con valor colectivamente agregado para el enriquecimiento de la institucionalidad democrática, con políticas públicas que responden de forma actualizada a las demandas percibidas casi en tiempo real.

Diversos análisis han mostrado cómo los límites de la oferta educativa profesional técnica entran en contradicción con la creciente demanda exigida por la alta tecnología de la Inversión Extranjera Directa asentada en Costa Rica, poniendo un techo de competitividad al desarrollo de las oportunidades de empleo en el país. Es apenas un ejemplo de la disfuncionalidad resultante de los diferentes tiempos de reacción entre la academia y la vida social. Otro ejemplo ilustrativo, igualmente decisivo, lo conforma la creciente importancia real de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) y su inapropiada atención por parte de un sector público poco informado de los avances investigativos que ofrece, en este campo, la investigación académica. Un país dividido casi en parte iguales sobre el tema de la apertura comercial, como apareció Costa Rica en el referendo de ratificación del TLC con Estados Unidos (DR-CAFTA), en contradicción manifiesta con 25 años de apertura comercial exitosa, mostró por otra parte el divorcio existente entre la construcción de las políticas públicas y sus impactos de diverso signo, positivos y negativos, en la vida social.

En este documento, se expone la experiencia del Observatorio de MIPYMES, producto de la vinculación entre cuatro Universidades Estatales costarricenses y su articulación con otros instrumentos que fortalecen la generación de políticas públicas con un abordaje integral, dentro de la Red de apoyo a PYME y el Consejo asesor de Pymes liderado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).

También se expone la experiencia del Observatorio de Comercio Exterior (OCEX), como ejemplo de tratamiento sistémico y articulado del comercio exterior, la innovación, la competitividad nacional y la equidad social. También OCEX nace como respuesta a una demanda nacional insatisfecha de generación de conocimiento, información y difusión del comercio exterior, al servicio de actores gremiales, institucionales y sociales.

Respondiendo a demandas nacionales insatisfechas

La Micro, Pequeña y Mediana empresa (MIPYME) es el tipo más característico de empresa en toda América Latina. Si este análisis se proyectara a otros continentes, encontraríamos probablemente el mismo impacto y las mismas necesidades. De ahí que la comprensión de sus demandas y las respuestas a sus necesidades pueden ser interpoladas como mejores prácticas internacionales. No es extraño que los países de ingresos pequeños y medianos compartan, con características comunes, compartan bajos niveles de ahorro, difícil y escaso acceso al crédito, poco nivel educativo y reducido entrenamiento gerencial. Costa Rica no es la excepción. La MIPYME representa, aquí, prácticamente el 98% del tejido empresarial nacional,  responde por la mitad del empleo formal costarricense y tiene una significativa contribución al PIB nacional (28%). Como precisamente señala el Observatorio de MIPYMES, estas empresas “generan el 48.4% del empleo del sector privado. Existe una MIPYME formal por cada 85 habitantes. Existe una MIPYME por cada metro cuadrado” (OMIPYME, 2010, p.18). Sin embargo, esta realidad factual, comprendida como tal desde antes de 1990, no había sido objeto de políticas públicas de acompañamiento.

Es apenas a partir de la última década que se ha comprendido que un impacto distributivo nacional requiere un apoyo integral a las MIPYMES. Como política pública dirigida a las Pymes, Costa Rica promulga, en el 2002, la “Ley de Fortalecimiento de las Pequeñas y Medianas Empresas”, en cuyo artículo primero se señala como objetivo “crear un marco normativo que promueva un sistema estratégico integrado de desarrollo de largo plazo, el cual permita el desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas, en adelante PYMES, y posicione a este sector como protagónico, cuyo dinamismo contribuya al proceso de desarrollo económico y social del país, mediante la generación de empleo y el mejoramiento de las condiciones productivas y de acceso a la riqueza” (La Gaceta, Ley #8262).

En el diseño de políticas públicas de apoyo a la pequeña y mediana empresa, la Ley #8262 otorga competencia rectora al Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Esta normativa se aboca al establecimiento de un sistema con visión estratégica y abordaje integrado para mejorar el ecosistema de la micro, pequeña y mediana empresa. Un primer paso en la dirección correcta fue el establecimiento de un Consejo Asesor a la Pyme, que integra en su seno entidades gubernamentales, de crédito, sector productivo agremiado, al Consejo Nacional de Rectores y en los últimos años, y como reconocimiento explícito a su contribución, a la misma OMIPYME.

Pero eso no fue suficiente. Para atender la típica problemática de un abordaje desarticulado de esta problemática, de la dificultad casi intrínseca de coordinación efectiva en nuestras dependencias de gobierno y de la todavía menor interacción con entidades gremiales, académicas y sociedad civil, en nuestro país se promueve posteriormente el establecimiento de una Red de Apoyo a Pymes, de más amplio espectro y cobertura, con más de 56 organismos integrantes. Correlativo a los más inmediatos hallazgos académicos y gremiales, que señalaban la dificultad de acceso al crédito y a entrenamiento especializado, se gestó, hace tres años, un Sistema de Banca de Desarrollo (SBD), que, en su gestación, nació para atender con visión holística, necesidades financieras y no financieras de estas empresas.

Sin embargo, la ausencia de análisis técnico y de información factual oportuna siguió siendo “Talón de Aquiles” en el diseño eficaz de políticas públicas que tuvieran verdadero impacto en el mejoramiento de las condiciones de la MIPYME. La creación de una legislación y una entidad de apoyo institucional bajo la Dirección General de Pequeña y Mediana Empresa (DIGEPYME) en el MEIC no tuvo la capacidad de atender la necesidad de bases de datos y procesamiento de información requerida para el diseño de políticas públicas y la toma de decisión oportuna en apoyo a este sector empresarial. De hecho graves carencias técnicas en la elaboración de la Ley del Sistema de Banca de Desarrollo tuvo su origen también en la pobreza de análisis funcional del sistema financiero. Todo esto contribuyó un sistema defectivo que está en proceso de reformas legales perentorias.

El primer diagnóstico nacional de MIPYME, primer análisis académico actualizado con base en una encuesta de campo, señala que “El resultado más notorio de una visión genérica, indiferenciada e inespecífica, basada en presunciones no corroboradas que no se basan en situaciones de hecho, son políticas públicas de apoyo a las MIPYMES que no pueden cumplir con el objetivo de satisfacer las necesidades reales de estas empresas. Se necesitaba un estudio científico y estadístico que abordara anatomía, fisonomía y fisiología reales del cuerpo social de las MIPYMES, para separar mitos de realidades, entender sus formas concretas de funcionamiento empresarial y las características diferenciadas de cada tipo y subtipo de estas empresas, variadas y multiformes, para poder descubrir así las formas específicas en que es requerido el apoyo tanto del sector público, como de las instituciones financieras y académicas.” (Brenes y Govaere, 2009, p.X.)

El establecimiento de OMIPYME fue la respuesta académica que permitió la incorporación de la capacidad instalada, recursos humanos de personal especializado en generación de conocimiento y plataforma de comunicación estratégica que ofrecen las Universidades Estatales. A partir de la consolidación del Observatorio de MIPYMES fue realmente posible crear un marco de coordinación sistemática, amplia y fluida entre sectores académicos, privados e institucionales, que tomara bajo su tutela la recolección y procesamiento de información sobre el comportamiento de esta categoría de empresas.

En el 2010, el Ministerio de Economía declaró, mediante el decreto ejecutivo No.35660-MEIC, de Interés Público el sistema de información del Observatorio, que precisamente su Dirección de PYMES ha utilizado como soporte para la elaboración de sus iniciativas y programas, a lo largo de los últimos 5 años. El Decreto Ejecutivo establece en su artículo primero “Declarar de interés público las actividades del “Sistema Nacional de Información sobre Micro, Pequeñas y Medianas Empresas” que administra el “Observatorio de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas” de la Universidad Estatal a Distancia.” (Decreto Ejecutivo No.35660-MEIC).

OMIPYME ha podido así llamar la atención sobre aspectos medulares, de la administración pública que afectan a las empresas, sobre todo a la MIPYME: “La calidad de la burocracia y el nivel alcanzado en simplificación de trámites de todo tipo son las áreas que más recienten las Pymes. En estos temas la respuesta de políticas públicas eficientes tiende a ser muy lenta” (Govaere, 2010, p.45). De igual forma, OMIPYME ha creado conciencia sobre el comportamiento elástico de las MIPYMES en períodos como la recién crisis internacional:Las MIPYMES forman el 98,05% del parque empresarial formal, son ágiles, flexibles y se adaptan para enfrentar las crisis. Durante la reciente recesión empresas grandes dejaron de existir, disminuyendo el empleo que generaban. Las microempresas, en cambio, crecieron tanto en cantidad como en empleo generado. El parque empresarial creció en 1789 empresas formales, con 56 empresas grandes menos y 1845 MIPYMES más.(Brenes, 2011).

La génesis del Observatorio de Comercio Exterior nace bajo un entorno parecido. Costa Rica había tenido desde 1985 una exitosa inserción al comercio internacional y se había convertido en líder regional, buque insignia de la apertura comercial del istmo. Sus índices de desempeño son punto de referencia a nivel hemisférico. Habiendo sido hasta los años 60 el país más pobre de Centroamérica, actualmente su ingreso per cápita actual prácticamente triplica los ingresos de las poblaciones de Centroamérica y sus exportaciones totales equivalen al volumen sumado de todas las exportaciones juntas de los otros países del Mercado Común Centroamericano. Hoy en día es el segundo mayor exportador per-cápita de América Latina, el World Economic Forum la clasifica como el cuarto país más competitivo de la región y cuenta con una oferta exportable disponible (OED) de más de cuatro mil productos, la más diversificada de América Latina, superando incluso a Chile, emblemático país en el desarrollo económico hemisférico.

Nuestro país se distingue por una legislación de comercio exterior de amplio espectro, una institucionalidad consolidada y un sistema de monitoreo de la información fuertemente sustentado en sólidas capacidades internas del Ministerio de Comercio Exterior (COMEX). No todos los países del área tienen esa trayectoria, y definitivamente no todas las áreas temáticas cuentan con esa fortaleza.

Sin embargo,  Costa Rica necesitó de un referendo nacional para ratificar el DR-CAFTA (su acuerdo comercial con los Estados Unidos).  Costa Rica probó que estadísticas claramente exitosas no necesariamente derivan de forma automática en una población satisfecha con la política comercial.  Resultado de una coyuntura muy particular donde se vincularon intereses sindicales y sectoriales con un telón de fondo sociológico y político se comprobó la existencia de un claro desapego de la población civil e, incluso, universitaria, en los temas relacionados con el comercio exterior, que se percibe como un foco de interés que beneficia prioritariamente a grandes multinacionales. Esta realidad, percibida también desde hacía tiempo por la academia, no había calado suficientemente en los protagonistas institucionales de las políticas comerciales. La prensa nacional hace eco de esta disfuncionalidad señalada por el análisis académico: “Por mucho tiempo la nueva riqueza que nos ofreció el comercio no supo acompañarse de apropiadas políticas redistributivas, de inversión estatal más agresiva en infraestructura, educación pública y en entrenamiento laboral. Año tras año, el Estado de la nación ha venido advirtiendo la presencia de grandes brechas sociales. Esas fisuras redundan a su vez en una menor competitividad nacional, que minan también, en círculo vicioso, las ventajas abiertas por el comercio.(La Nación, 2010).

Esta demanda social no atendida reclama creación de  capacidades fortaleciendo el recurso humano como acervo competitivo nacional; generación académica de conocimiento que no se perciba sesgado por intereses gremiales y/o institucionales y atención de la claramente deficiente comunicación estratégica, como quedó ampliamente demostrado durante el Referéndum de ratificación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, en el 2008.  De estos vacíos nació OCEX, como respuesta académica también articuladora.

Observatorios académicos como puentes interinstitucionales

Los observatorios son centros de investigación, innovación y desarrollo, dedicados a la generación de información y comunicación estratégica que nacen como producto de sociedades maduras de la economía del conocimiento, que se articulan como sociedades en redes. La diferencia con un centro tradicional de investigación es su propósito, su especialización temática, su estilo de vinculación social y su articulación con las políticas públicas.

Tanto el Observatorio de MIPYMES como el Observatorio de Comercio Exterior se perfilaron, desde su génesis, como observatorios de tercera generación. Su enfoque se centra en generar conocimiento y en articular propuestas con incidencia en la política pública. Sus pilares toman base en el desarrollo de la investigación, incubación de procesos de innovación y desarrollo, articulación de entidades involucradas y creación y fortalecimiento de redes, fomentando el diálogo y la incidencia en las políticas públicas.

Desde su misma concepción, un observatorio académico responde a demandas sociales insatisfechas. Ellas llenan sus contenidos y conforman sus funciones como:

  • puntos de encuentro, percepción constante de ofertas y demandas, comunicación de ida y vuelta entre actores y fortalecimiento de su articulación.
  • generadores de productos y servicios para los que existen demandas que no son satisfechas por oferentes institucionales.

El Observatorio de MIPYME  (OMIPYME)

A nivel centroamericano y costarricense, las MIPYMES son el instrumento más adecuado para la inclusión económica de amplios sectores productivos, así como para la creación a nivel popular de una cultura empresarial, con fuerte impacto social y económico. En ese contexto, se ha determinado que las Empresas Pequeñas y Medianas (Pymes) son el instrumento más dinámico para facilitar la incorporación de la población a la actividad económica, así como para lograr expeditos impactos en la dinámica exportadora de valor agregado de los países.

El Observatorio Pymes nació, en Costa Rica, en el 2006, bajo el auspicio del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), con el propósito de suplir una sistemática ausencia de información sobre la situación de la pequeña y mediana empresa. En respuesta a esta demanda insatisfecha nace OMIPYME.

Ya desde el 2005, la Universidad Estatal a Distancia –UNED- había comprendido la importancia de organizar y coordinar un observatorio de Pymes en Costa Rica, en el que colaboran cámaras empresariales junto a instituciones académicas y públicas. Es por eso que la iniciativa de un observatorio de Pymes es coordinada y liderada por la UNED, y llevada a cabo en conjunto con las otras universidades públicas de prestigio: la Universidad Nacional (UNA), la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITC).

Su estructura se basa en un “petit comité” que vincula todas estas entidades y articula, desde diversos ángulos, temáticos y profesionales, la experiencia de sus miembros y la capacidad instalada de sus integrantes institucionales.

OMIPYME abordó, prácticamente desde su génesis, la necesidad de suplir y generar suficiente información a nivel nacional y territorial, para mejorar las capacidades institucionales, gremiales y académicas para el diseño oportuno y acertado de políticas de apoyo a la MIPYME. Se buscaba enfrentar así las debilidades endémicas propias del sector y fortalecer su capacidad de inserción en su entorno doméstico, regional e internacional.

Fruto de un primer esfuerzo se gestó la primera encuesta nacional de PYMES, cuya visión era suplir la información requerida por las entidades públicas, financieras, gremiales, privadas y sociales en Costa Rica. Era una acción propiamente académica que permitía, como indicaron algunos de sus integrantes, en un lenguaje coloquial, “pasar del “más o menos” al dato preciso, de la idea vaga, al conocimiento especializado, de la generalidad de las concepciones que existen sobre las MIPYMES, a un conocimiento preciso y diferenciado de cada sector y de cada conjunto de necesidades de apoyo” (Brenes y Govaere, 2009, p.16). En  el  2011, OMIPYME se encuentra abocado a la actualización de esta información, con la II Encuesta Nacional de MIPYMES.

En el interim, su vocación de generar fuentes de datos confiables de información ha encontrado otros espacios que nutrir, a través del desarrollo de un Sistema de Información y Conocimiento sobre MIPYMES, en formato digital, que fue lanzado oficialmente en el 2010, para otorgar una herramienta ágil y actualizada a los tomadores de decisiones.

Como OMIPYME requiere de la captación de datos de fuentes primarias de información, necesita también los datos oficiales de entidades públicas como el Instituto Nacional de Censos (INEC) y el Banco Central de Costa Rica,  información especializada en materia de aprovechamiento del comercio de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) y de instituciones públicas como el Instituto Nacional de Seguros (INS) y la CCSS. OMIPYME ha probado ser un valioso instrumento en el procesamiento de la información derivada de estas entidades, que muchas veces se entrelaza con su generación propia de datos a través de encuestas o iniciativas.

Vinculación interinstitucional de OMIPYME

Para mejor entender el entorno nacional en el que OMIPYME se desenvuelve debe evaluarse su vinculación con otras herramientas institucionales de apoyo a la MIPYME, como lo son el Consejo Asesor de Pymes  y la Red de Apoyo a la PYMES.

  • Consejo Asesor de PYMES: El Consejo Asesor de PYMES se encuentra bajo el liderazgo del Ministerio de Economía Industria y Comercio (MEIC). En este consejo está compuesto por los ministerios de comercio exterior y de ciencia y tecnología; las cámaras empresariales tienen asiento, las universidades son representadas por CONARE, entidades financieras con programadas de apoyo y fondos especiales para PYMES están incluidas y OMPYME ha recibido, como reconocimiento a su labor, una silla en dicho Consejo. Este Consejo Asesor considera estratégica la interacción de estos líderes de todos los sectores involucrados con MIPYMES, para la definición de políticas públicas holísticas.
  • Red de Apoyo a PYMES. Es un instrumento de cobertura todavía más amplio y representativo, oficializado a través del Decreto Nº33111-MEIC de mayo del 2006 bajo la figura de “Red de Apoyo a PYME”.  La Red de Apoyo a PYMEs es una agrupación de entidades públicas y privadas, cuyo común denominador es atender las necesidades particulares de estas empresas, mediante la prestación de servicios especializados. Se le considera una organización abierta, flexible y ágil, que auspicia actividades, iniciativas y esfuerzos en la prestación de servicios ofrecidos a la PYME costarricense. Su membresía es abierta y el requisito fundamental para integrarse es contar con programas o proyectos de atención a las necesidades de las empresas. El valor agregado de la Red es la articulación de iniciativas de las 56 entidades que la componen, cuyo amplio espectro, nacional y territorial, de universidades, fondos de proyectos de cooperación, grupos productivos, entidades financieras y organizaciones no gubernamentales permiten crear sinergias, realizar actividades de amplia cobertura nacional y espectro multidisciplinario.

Entre las funciones de la Red, establecidas vía decreto, se destacan las siguientes:

  • Apoyar al MEIC y al Consejo Asesor PYME en el diseño de las políticas públicas dirigidas a las MIPYME
  • Consolidar una oferta articulada de servicios financieros y de desarrollo empresarial específicamente dirigida a las MIPYMES
  • Apoyar el monitoreo permanente de los servicios financieros y de desarrollo empresarial que se brindan a las PYME.
  • Constituirse en un foro de consulta técnica, a solicitud del MEIC, el Consejo Asesor o la DIGEPYME, para el análisis de futura legislación relevante para las MIPYMES.

Como resultado de su gestión de apoyo a las PYME se consolida la información y estadísticas sobre el alcance de los diferentes servicios financieros y no financieros prestados por los integrantes de la Red. Cada año se envía a la DIGEPYME el formulario de información que cuantifica los servicios prestados, lo que permite contar con la información, en formato digital, sobre el universo de servicios ofrecidos a las MIPYMES costarricenses.

El Observatorio de Comercio Exterior (OCEX)

El comercio exterior es un componente cada vez más decisivo del desarrollo integral de Costa Rica, de sus relaciones socioeconómicas gremiales y se encuentra intrínsecamente conectado con la formación académica del recurso humano nacional, acervo decisivo para la competitividad del país.

Frente a una evidente y creciente demanda social de servicios y productos de apoyo ligados a la creación de capacidades, centralización de información académica, difusión de áreas temáticas del comercio exterior y establecimiento de mecanismos de comunicación estratégica existía un fuerte vacío académico de presencia permanente de investigación, generación de conocimientos y prestación de servicios.

La Universidad Estatal a Distancia contaba con amplios recursos de apoyo y formación en la materia de comercio exterior a través de su equipo docente, su capacidad instalada y las carreras universitarias que ofrece, especialmente a nivel de posgrado con énfasis en comercio internacional.  La UNED contaba, adicionalmente, en su personal docente, con algunos de los especialistas nacionales más destacados en este ámbito y había sabido responder a necesidades nacionales de forma espontánea pero esporádica. Ese meritorio esfuerzo de atender una carencia nacional había posicionado positivamente a la UNED en esta materia y constituyó la plataforma para ofrecer un servicio institucional de apoyo, investigación, creación de capacidades, información y comunicación del comercio exterior. Bajo esa óptica nace el Observatorio de Comercio Exterior, como estamento académico institucional permanente de investigación, prestación de servicios, creación de capacidades y comunicación estratégica en los temas vinculados con el comercio exterior y sus impactos socioeconómicos, nacionales y regionales.

El Observatorio de Comercio Exterior (OCEX) fue creado en marzo del 2009. En su Acuerdo de creación el Consejo de Rectoría de la UNED enfatiza  el comercio exterior como componente cada vez más decisivo del desarrollo socioeconómico de Costa Rica,  elemento intrínsecamente vinculado a la competitividad nacional y responde así a una demanda social y académica de investigación, creación de capacidades, generación y divulgación de conocimiento.

El Observatorio tiene como acimut la generación de conocimiento, la creación de capacidades y la comunicación estratégica en los temas de comercio exterior, a fin de  crear sinergias, priorizar temas académicos de investigación pertinente y brindar información oportuna como productos orientados a la academia, gremios, instancias gubernamentales y (sociedad civil, en apoyo de una inserción exitosa del país en el comercio internacional y a una ampliación social de las oportunidades generadas por el comercio.

OCEX es la primera experiencia que aborda esta temática desde la óptica académica, que combina en su proceso la vinculación dinámica tanto de gobierno como de sectores privados y gremiales, con quienes establece convenios funcionales de operación.  Responde así a demandas muy específicas del entorno costarricense, primer país que involucró al conjunto de su población para refrendar un instrumento comercial.  Ante estas condiciones poco usuales, el Observatorio llena una carencia de un espacio académico que no existía, para responder a la demanda nacional de generación de conocimiento científico y pluralista, más allá de intereses políticos o privados.  OCEX se ha nutrido de la experiencia consolidada del Observatorio de MIPYMES de la UNED, con quien se ha vinculado, para trabajar de forma conjunta temas transversales, en especial el tema de PYMES exportadoras.

A dos años de su establecimiento, OCEX ha generado el interés de sus contrapartidas regionales y caribeñas, que reconocen el potencial de la utilización de las capacidades docentes y universitarias como punto de encuentro y reflexión en materia de comercio exterior y competitividad nacional.

Vinculación interinstitucional de OCEX

A diferencia del tema de las Pymes, donde el Estado ha comprendido la necesidad de articulación público-privada e interinstitucional, la materia de comercio exterior está fuertemente concentrada en el ministerio del ramo, no logra ni siquiera a nivel intergubernamental articular competencias de forma armónica y su consejo consultivo de base gubernamental no ofrece espacios a la academia, y sólo un espacio muy restringido a ciertos gremios, designados por ley hace 15 años.  Tampoco su vida activa se refleja en cambios de políticas públicas, que tienden a ser en general muy rígidas.

Esta realidad es reflejada por los medios de comunicación donde se apunta: “Llegó el momento, sin embargo, de hacer un alto en el camino, como reclaman los gremios, aceptar que sus observaciones son constructivas y tienen fundamento y que al buscar su mejor beneficio, señalan también que son ellos los usuarios finales del sistema, tanto desde el punto de vista ontológico como teleológico. Ellos son razón de ser y fin del comercio y es en representación y para su beneficio que se construyó el sistema. Su satisfacción es la mejor medida. Abiertos los mercados y asegurado el acceso para nuestros productos, se reclaman ahora esfuerzos para articular competencias de los entes estatales bajo la óptica del mejoramiento de la competitividad, la ampliación del acceso a las oportunidades de comercio y, así, el beneficio de todo”. (La Nación, 2010) 

Ante este vacío institucional OCEX ha tenido que construir un andamiaje de convenios específicos de cooperación para crear así una red nacional que vincule las necesidades gremiales, las visiones gubernamentales, la innovación y la academia.  Además de funcionar en estrecha coordinación con OMIPYME, tiene convenios con los más importantes actores del comercio exterior. En la empresa privada tiene su mejor aliado estratégico con la Cámara de Exportadores, en la administración pública tiene convenios de cooperación prioritariamente con el Ministerio de Comercio Exterior (aspectos ofensivos de comercio e interpretación de tratados) y con el MEIC (aspectos defensivos y de administración de comercio).  Con el tema tan decisivo de la innovación y transferencia tecnológica se coordina con el Centro de Alta Tecnología, organismo con el existe también convenio, puntualizándolo de forma específica con un memorando de entendimiento con OCEX.  La comunicación estratégica se establece con más de 1500 corresponsales de su boletín de análisis y de su cápsula informativa.

Grandes Ejes de Acción de los Observatorios 

La gestión de estos Observatorios puede ser evaluada con base en cinco grandes ejes transversales, como lo son la generación de conocimiento, la creación de capacidades, la vinculación entre actores relevantes, la incidencia en el diseño de políticas públicas y la comunicación estratégica. Una mirada panorámica de los frutos de estas unidades de inteligencia académica, como puntos focales en sus respectivos ámbitos, permite ilustrar dos mejores prácticas de vinculación exitosa entre la Academia, los grupos empresariales, las entidades gubernamentales y la sociedad civil.

Generación de conocimientos

OMIPYME ha mantenido desde sus albores un firme compromiso que le permite, a través de la generación de conocimiento, contribuir positivamente a la construcción de un ecosistema de negocios en apoyo a la  competitividad sostenible de las MIPYMES costarricenses.

La realización de la primera Encuesta y Diagnóstico Nacional de las MIPYMES representó un punto de inflexión nacional en la generación de datos y estadísticas para la toma de decisión de las entidades institucionales a cargo del apoyo a las MIPYMES. En el 2007, el Observatorio de MIPYMES recibió apoyo del Consejo Nacional de Rectores para elaborar el diagnóstico nacional de MIPYMES en Costa Rica. Su trabajo en equipo con el MEIC (entidad gubernamental rector del sector) y con la Red de apoyo a PYMES es ejemplo de articulación y vinculación de actores relevantes. El Observatorio también validó su trabajo más allá del MEIC con otros Ministerios como Ciencia y Tecnología, Ministerio de Trabajo, de Planificación de Agricultura, entre muchos otros. Su acercamiento a los grupos empresariales, gremiales y financieros fue signo distintivo de una visión integral que definió nueve módulos temáticos para su diagnóstico, entre los cuales se destacan  emprendimiento, innovación, Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), tramitología, modelo de gestión y sistema financiero. Finalmente, y como modelo de articulación, la encuesta fue validada ante los miembros de la Red de Apoyo de PYMES.

La encuesta para el diagnóstico se hizo con una muestra de 809 empresas en todo el país, con base en la información del Sistema Centralizado de Recaudación de la Caja Costarricense de Seguro Social y aplicada entre los meses de noviembre y diciembre del 2007.  En el 2008, se divulgaron los resultados del primer diagnóstico nacional y se procedió a la construcción de un Sistema Nacional de Información sobre MIPYMES. En el 2009, se publicó, bajo sello EUNED, una compilación de reflexiones de destacados autores nacionales con base en el primer diagnóstico.

En el 2009, el Presidente de la República, Oscar Arias Sánchez y el Ministro de Economía firmaron la declaratoria de interés público del Sistema Nacional de Información de MIPYMES, administrado por el “Observatorio de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas”, fundado por la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y ratificado en 2006 por el Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica.

Por su parte, a finales del 2009, el Observatorio de Comercio Exterior (OCEX) publicó su primera investigación sobre “Centroamérica en Vísperas de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea” como la oportunidad de examinar los aspectos tradicionalmente comerciales en las negociaciones del Acuerdo Comercial con la Unión Europea conjuntamente con sus elementos de gobernabilidad democrática y cooperación. La publicación se enfocó de forma holística, a las brechas regionales y nacionales institucionales y de sectores productivos centroamericanos.

OCEX está realizando la primera investigación nacional sobre la incidencia de los 25 años de apertura comercial y su  impacto en el desarrollo socio-económico del país. Esta investigación tiene por objetivo generar información sobre los resultados obtenidos, las brechas sociales cada vez más acentuadas y las necesidades de acompañamiento a la apertura comercial con políticas públicas derivadas de las debilidades presentes en el modelo que se deriva de esos 25 años de política comercial.

Como parte de la vinculación estrecha que existe entre ambos Observatorios, OCEX contribuyó con un documento sobre “Políticas públicas y MIPYME: ¿Entramado de problemas o compartimentos estancos?” publicado bajo la Serie Observatorio de MIPYMES en el 2010. Asimismo, ha contribuido con aportes específicos a la revisión del instrumento de la II Encuesta Nacional en los aspectos relacionados a internacionalización y exportación.  Por su parte OMIPYME permite que la visión panorámica macro de OCEX se alimente también de la vida pormenorizada “micro” del entramado de empresas más vulnerables, pero también más dinámicas del tejido empresarial.

Creación de capacidades

Entre muchos eventos y talleres efectuados, es meritorio destacar como ilustración la alianza entre OMIPYME y el grupo Walmart en el proyecto de responsabilidad social empresarial del último conocido como “Una mano para crecer”. Bajo esta consigna, Walmart apoya el ingreso de las MIPYMES costarricenses a su cadena de supermercados, tanto a nivel interno como regional. Como parte de las sinergias con OMIPYME, se solicitó al Observatorio la capacitación sobre las diferentes áreas temáticas que afectan dicho sector, con la participación de más de 200 micro, pequeñas y medianas empresas nacionales, en el mes de abril del 2011.

El Observatorio de Comercio Exterior, de forma articulada con sus aliados estratégicos o de forma autónoma capacitó a más de 800 personas, durante el período 2009-2010, en diversas áreas temáticas, en el sector académico, productivo e institucional. Actividades como “Oportunidades de Negocios bajo el TLC con Perú” son producto de una cooperación con la Cámara de Exportadores, para enlazar la visión nacional con la peruana, trayendo a un especialista peruano, como expositor invitado, justo antes del cierre de negociaciones de un TLC con dicho país. Una reflexión sobre el desempeño de la normativa de Observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual, desde la óptica del Poder Judicial, toma en consideración a todos los actores, incluyendo aquellos que generalmente no responden a intereses gremiales o institucionales, en temas de álgida discusión.

Vinculación entre actores relevantes:

Favorecer la convergencia efectiva a través de una  labor articulada entre el sector público y privado constituye parte esencial de la dinámica de trabajo de OMIPYME. Lo demuestra su estrecha vinculación con la Red de Apoyo a PYMES y la invitación a participar gestada bajo el Consejo Asesor de Pymes.

A su vez, el Observatorio de Comercio Exterior tiene como metodología la realización de actividades, iniciativas y talleres de entrenamiento a través de convenios de cooperación con los principales actores públicos y privados costarricenses. Uno de sus primeros actos como OCEX fue la suscripción de convenios de cooperación con los dos Ministerios claves en materia de comercio exterior y convenio con la Cámara de Exportadores Costarricense. Así la Universidad como tal, se vinculó a través de OCEX con tres de los actores más destacados en la administración del comercio nacional. Estos convenios, firmados a tres meses de su puesta en funcionamiento, han dado marco para la realización de más de una decena de eventos realizados de forma conjunta con dichas entidades.

Comunicación estratégica

El establecimiento de OCEX nació bajo la premisa de impulsar una comunicación estratégica, desde el ámbito académico, que propiciara un “diálogo vivo, de múltiple vía, con las contradicciones, compromisos y concesiones propias de la vida social, entre actores, formadores de opinión y diseñadores de políticas públicas”. Su nacimiento responde a la carencia de un instrumento de comunicación estratégica, que aborde la temática comercial desde todos sus ángulos, de forma imparcial y neutral. Bajo esta visión, OCEX ha tenido participación desde ángulos tan diversos como programas televisivos, espacios en la prensa escrita prácticamente de forma mensual a través de artículos de opinión, elaboración sistemática de artículos para revistas nacionales e internacionales y el uso de la plataforma digital de la UNED que le permite remitir a su base de datos los boletines “OCEX informa” y su cápsula informativa. También la producción de material didáctico en diversos ámbitos del comercio internacional ha sido un resultado del Observatorio con incidencia en la creación de capacidades docentes y estudiantiles costarricenses y centroamericanas.

OMIPYME, por su parte, se ha convertido en referencia institucional obligada en la investigación y en la elaboración de políticas públicas relacionadas con su segmento empresarial. Su base de datos y su capacidad instalada ofrece una plataforma digital única en el país, de amplia utilización tanto académica como gremial.  Su relacionamiento directo con las empresas más emblemáticas de su universo de atención le permite ofrecer una visión de primera mano a los organismos institucionales de los que forma parte.

Conclusiones

La UNED comprendió la importancia de tender puentes entre la academia y la creación de políticas públicas, así como de articular el fortalecimiento académico en conformidad con las demandas nacionales en estos dos últimos campos: MIPYMES y Política Comercial, ambos temas, vinculados entre sí, en su raíz redistributiva: la creación de oportunidades para la MIPYME exportadora. Estas estrategias, a partir de iniciativas de la UNED, de  Observatorios que vinculan lo académico, lo social, lo gremial y lo político, constituyen mejores prácticas que conectan protagonistas por medio de redes, facilitando la articulación entre universidades, sociedad civil, empresas y entidades gubernamentales, que comparten como Norte el desarrollo integral, especialmente equitativo, del país.

Ambos Observatorios, creados desde una óptica académica, constituyen mejores prácticas nacionales en la articulación académica, pública, privada y social. Sus ámbitos de acción se reflejan en grandes ejes temáticos: generación oportuna de información, creación de capacidades para el fortalecimiento del acervo humano, incidencia en el diseño de políticas públicas, vinculación de actores relevantes en un diálogo de ida y vuelta, que conforma la necesaria comunicación estratégica que debe existir entre la institucionalidad democrática y los diversos actores de la sociedad civil.

De reciente creación, ambos observatorios vienen llamando la atención nacional sobre la necesidad de renovación de las políticas institucionales que perfeccionen el acceso democrático a las oportunidades de progreso para la mayoría de la población.  La vocación socialmente redistributiva de ambos organismos académicos apunta claramente a una incidencia que se refleje afirmativamente en las políticas públicas.  Las recientes carencias manifestadas por el Sistema de la Banca de Desarrollo, así como el agotamiento señalado por la Academia Nacional, de un modelo exportador, donde la apertura comercial no se acompañó debidamente de la creación de capacidades internas, señalan la importancia de revisar el “establishment” político, institucional y jurídico en ambas materias.  OMIPYME y OCEX atienden aspectos de la realidad social que se interconectan entre sí, como vasos comunicantes, en la base de la pirámide social, el campo más amplio y extendido de abandonos y de problemas cuya atención determina, en última instancia, el perfeccionamiento democrático y la estabilidad social.

Bibliografía

  • Brenes Bonilla, Lizette, Somos el cambio que buscamos, San José, La Nación, 2011.
  • Brenes, Bonilla, Lizette y Govaere Vicarioli, Velia, Estado Nacional de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas Formales, San José, EUNED, 2010.
  • Editorial, Un golpe de Timón, San José, La Nación, 2010.
  • Govaere Vicarioli, Velia, Políticas Públicas y MIPYME: ¿Entramado de problemas o compartimentos estancos?, San José, Serie Observatorio de MIPYMES, 2010.
  • La Gaceta, Decreto No. 35660-MEIC, San José, publicado en La Gaceta, 6 de enero 2010.
  • La Gaceta, Ley de Fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas No. 8262, San José, publicado en La Gaceta, 17 de mayo 2002.
  • Observatorio de MIPYMES, Hacia el estado de las MIPYMES: Primer Diagnóstico Nacional de MIPYMES, San José, Serie Observatorio de MIPYMES, 2009.