POR VELIA GOVAERE - 4 de Agosto 2019
El principal promotor del divorcio de la Unión Europea quizás pase a la historia como quien produjo la fragmentación del Reino Unido.
El 23 de junio de 2016 comenzó una crónica de anunciado desastre. Con fatídico referendo, un veredicto ajustado de escasa mayoría decidió que el Reino Unido saliera de la Unión Europea (UE). Nació la palabra “brexit”.
Desde entonces, la disyuntiva entre ruptura abrupta o negociada consume todo el oxígeno de la política británica. La designación de Boris Johnson como Primer Ministro refuerza los peores vaticinios.
Tras la renuncia de Cameron, Primer Ministro de la desatinada consulta, Theresa May negoció con Bruselas el mejor acuerdo posible de retirada. Asunto nada sencillo. Cualquier arreglo necesitaba aprobación unánime de los 27 países restantes, entre ellos, la República de Irlanda.
Eso puso la negociación al rojo vivo porque Irlanda puso fin a una guerra civil en su Norte aún británico, gracias a las fronteras abiertas de la UE. La pertenencia de las dos Irlandas a ese mercado común propiciaba reconciliación política e integración económica.
Con esos antecedentes, era claro que Irlanda jamás aceptaría negociar una frontera que la reculara a históricas querellas. Toda posible salida negociada se estrellaría contra esa piedra.
Nació otro nuevo término político, el backstop, concepto prestado al béisbol, que implica que si el Reino Unido quiere una salida negociada, debe comprometerse a dejar abiertas las fronteras en la isla y quedar así en Unión Aduanera con la UE. Ese es el acuerdo que logró May y hasta ahí llegó.
Por más que defendió que el acuerdo logrado era el único posible, May fue tres veces derrotada en el Parlamento británico. Inútiles fueron sus renovados intentos en Bruselas y Londres.
En ambas capitales topó con cerca irlandesa. En Bruselas, con la República de Irlanda y en Londres, con el Partido Unionista irlandés que asegura mayoría al partido conservador.
En la inminencia de plazos, tuvo que pedir prórroga dos veces, hasta verse obligada a dimitir. El partido Tory tuvo que buscar nuevo líder para superar el penoso impase. Nada simple, porque si el parlamento reniega el backstop, también reniega salir sin acuerdo. ¿Y entonces?
Ante la falta de aprobación parlamentaria británica, el Reino Unido se vio obligado a participar en las elecciones europeas. Curiosa contradicción cuando quería salir. Ahí se vivió el recrudecimiento de las divisiones británicas, la pervivencia de sentimientos antieuropeos, el surgimiento de un nuevo partido abiertamente brexit y la desesperación del partido conservador por preservar su base política.
En esa debacle de pérdida de perspectivas, los tories, poseídos totalmente por los demonios del instante, vieron resurgir en su seno una figura alucinante, corresponsable de este peligroso trance: Boris Johnson. Con él, un divorcio disruptivo con la UE se vuelve riesgo inminente.
Los primeros pasos de Johnson pusieron el pie en el acelerador hacia el abismo. En las primeras 24 horas realizó una de las remodelaciones de gabinete más despiadadas de la historia británica. “Gabinete del infierno”, calificaron los escoceses a ese gabinete homogéneo de euroescépticos intransigentes.
Así comenzó la partida, como bluf de arriesgada mano de póker. Johnson apuesta a que los europeos tienen tanto que perder que terminarán cediendo. Apuesta a intimidar a Irlanda para que flaquee. Apuesta y apuesta, en un país al borde de la parálisis política.
Pero si esto fuera juego de póker, Johnson no tiene las mejores cartas. Tiene muy pobre respaldo como Primer Ministro no electo, sino designado por delegados de partido, menos del 1% de la población. Esa falta de representatividad no da para mucho.
Ya en el 2016, la mitad del pueblo británico estaba en contra del brexit. En tres años de incertidumbre, ese número ha aumentado. Los jóvenes, que no votaron entonces, se pronuncian ahora a favor de lazos con la UE. En el parlamento, una mayoría se ha pronunciado en contra de una salida abrupta. Un segmento del partido Tory está dispuesto a bloquear el divorcio irreflexivo que promueve Johnson.
Si a eso agregamos que Escocia se siente tan europea como británica y que la mayoría de Irlanda del Norte votó contra el brexit, la semilla de una fragmentación del Reino Unido se abona con aires separatistas. Por eso, a pesar de todos sus aspavientos, el globo de Johnson está lleno de aire.
Previendo los peores escenarios, el Reino Unido acaba de firmar un acuerdo de asociación con Centroamérica que asegura la estabilidad de nuestro comercio con ese destino, onceavo para Costa Rica. Esas son noticias reconfortantes para nosotros en el torbellino de incertidumbres.
Tiembla, sin embargo, en estas horas de apremio, nuestro afecto nostálgico con un Reino al que tanto debemos. Desde las primeras exportaciones de café, que tuvieron que pasar por Chile para llegar a Londres, hasta los préstamos británicos que aseguraron la construcción de nuestro ferrocarril, es mucha la historia y los lazos de amistad que nos unen con la primera democracia de Europa, sumida hoy en el desconcierto.
Esta hora de incertidumbre nos hermana también en la orfandad política. Si dentro de las flacas opciones que teníamos, Costa Rica supo reaccionar a tiempo y unir fuerzas para evitar un gobierno confesional, jamás pensaría yo que el Reino Unido no pueda encontrar una luz de esperanza al final de ese túnel.
¡Ojalá! No lo puedo asegurar. Desdichadamente lo peor siempre es posible. Lo que pasa en el mundo es demasiado amplio y complejo para respuestas simples. De un tiempo acá muchos presagios funestos se cumplen. Cuando no, dejan sus garras amenazantes sobre los acontecimientos, como asechanza de terrible inminencia.
Así está el Reino Unido. ¡Nada que celebrar! Boris Johnson, como Primer Ministro, es uno de los pasos menos propicios para librarse del abismo. No es aún certeza de catástrofe, pero sí indicio severo de peligro que nos debe servir de lección para enfrentar las indecisiones que nos acechan, también a nosotros, perennemente.
La autora es coordinadora del OCEX y catedrática de la UNED.
OCEX es una instancia universitaria que centra su quehacer en un doble propósito, la observación analítica y crítica de las políticas públicas vinculadas con el comercio y la incidencia política, propositiva y contrastada. Los artículos de opinión que se derivan de la investigación sintetizan ambos propósitos. Los análisis temáticos y de coyuntura que publicamos nutren de contenido las visiones contrapuestas de la realidad. Finalmente, los intercambios de opinión crean espacios de confrontación de ideas que alimentan el debate social. Este momento es esencial y OCEX acostumbra hacerlo en vivo.
Es ahí que van echando raíces las semillas del cambio, que es el corazón de nuestra incidencia. Los diversos aportes, tanto propios y característicos del modelo investigativo-comunicativo de OCEX, como de otras instituciones y actores van teniendo un peso muchas veces invisibilizado, en el difícil proceso de transformación de paradigmas, que siempre camina más lentamente que lo que demandan las necesidades sociales y económicas.
Cuando hace 10 años, en sus mismos inicios, OCEX comenzó con una postura crítica del modelo de desarrollo de Costa Rica, se topó con casi unánime incomprensión y, se podría decir, rechazo. La misma fundación de nuestra instancia universitaria, con un doble sentido de investigación y de incidencia, fue sólo posible gracias a la visión amplia, académicamente impecable y abierta al contraste de ideas de quien fuera entonces el Rector de la UNED, don Rodrigo Arias Camacho. Pero no surgió de forma "natural" y automática. Todo lo contrario, OCEX nació contracorriente.
La visión metodológica de OCEX era rechazada, al mismo tiempo, por quienes abrazaban de forma incondicional e incluso ideológica los procesos de internacionalización de Costa Rica y también por quienes, como críticos ideologizados de la globalización, condenaban esos procesos como amenazas “neoliberales” al Estado Social de Derecho y a las conquistas sociales y económicas de Costa Rica. Para los primeros, OCEX no entendía la importancia absoluta de la internacionalización del país. Para los otros, la visión de OCEX era simplemente una voz “neoliberal” más.
Después de 10 años hemos ido, poco a poco, viendo cómo se han ido moderando las visiones extremas. Los choques con la realidad han ayudado un poco. Pero tambièn queremos creer que nuestra labor ha puesto una pica en Flandes. Tal como OCEX advertía todos estos años, era importante la internacionalización del país, pero también lo era atender con políticas e instituciones públicas de calidad, al aparato productivo interno no exportador. Tal como ha venido apareciendo, estos años, la globalización también crea perdedores, zonas abandonadas a su suerte y contrastes sociales que pueden tener consecuencias políticas no deseados. Los resultados de las elecciones nacionales, en 2018, la elección del presidente Trump, en los Estados Unidos y el Brexit en el Reino Unido demuestran con fuerza el impacto que pueden llegar a tener visiones ideologizadas y unilaterales.
Ahora, en cambio, nuestra visión es mucho más compartida. Sin embargo, a pesar de la mayor aceptación de nuestras premisas, que siempre son doblemente críticas, contra el unilateralismo exportador y contra el unilateralismo “aislacionista interno”, eso no quiere decir que la realidad práctica haya cambiado. Nada de eso.
La crítica de la ausencia de políticas públicas holísticas sigue siendo válida. Si la comprensión de la realidad forma parte esencial de los procesos de cambio, la mera comprensión tampoco es suficiente: se requiere la implementación de un modelo más completo de desarrollo y de eso no existe todavía ningún vestigio.
Es así cómo, en estos 10 años, OCEX ha venido presentando una panorámica contrastada de los avances y desafíos del comercio exterior de Costa Rica, subrayando la problemática generada por la dualidad económica derivada de la generación de un sector de alta competitividad, vinculado a la Inversión Extranjera Directa, que convive con un segmento local menos competitivo y menos sujeto a políticas públicas de apoyo. El trasfondo obligatorio de esta problemática es la necesidad de políticas públicas productivas que construyan mecanismos de convergencia de ambas economías, entre los que destacan los encadenamientos productivos.
En la exposición y desarrollo de su ideario, OCEX se ha vinculado con los actores más relevantes de las políticas públicas relacionadas con el comercio exterior y la competitividad nacional. En esa labor, ha liderado diálogos públicos de alto nivel, construyendo una amplia red de apoyo, con organismos internacionales, academia, empresa privada y gobierno.
Lo más importante, aunque sea la parte invisible de ese Iceberg comunicativo, es el diálogo profundo y sostenido con los actores públicos, privados y académicos del comercio exterior de Costa Rica, de cuyo intercambio se derivan los contenidos de nuestra comunicación.
Por esa razón, ponemos a disposición de nuestros suscriptores y de la academia, en general, algunas de las discusiones vivas que han tenido lugar en el marco de la actividad de OCEX. Aquí les ofrecemos videos y grabaciones de mesas redondas, videoconferencias y conversatorios sobre la riquísima y multifacética temática de la observación operante de OCEX.
(Parte 1) Dr. Salazar-Xirinachs https://www.youtube.com/watch?v=_EF85IdCt2M
(Parte 1-1) Dr. Salazar-Xirinachs https://www.youtube.com/watch?v=Tiqpj9pIbrk
Mesa de panelistas: Miguel Gutiérrez Saxe, Rolando Dobles, Eduardo Sibaja, Jorge Perera, y Alvaro Ramírez:
(Parte 2) Dr. Gutiérrez Saxe https://www.youtube.com/watch?v=sbozyFdQwFo
(Parte 2-2) Panelistas https://www.youtube.com/watch?v=X8nwwg8wykE
(Parte3) Conclusiones: Velia Govaere https://www.youtube.com/watch?v=HuYUkDOdapw
Parte 1) Ricardo Monge y Federico Torres: https://www.youtube.com/watch?v=aBksGPNDaEc
Parte 2) Javier Beverinotti: https://www.youtube.com/watch?v=ekLUGJHYUgU
Parte 3) Panelistas: Juan Carlos Leiva –Pedro Beirute–Javier Beverinotti- Federico Chavarría –Federico Torres https://www.youtube.com/watch?v=khlufHese8Q
Parte 4) Conclusiones: Velia Govaere https://www.youtube.com/watch?v=wY5uAEQita4
(Parte I) Osmel Manzano https://www.youtube.com/watch?v=lGemQjOp8Vk
(Parte I-II) Osmel Manzano https://www.youtube.com/watch?v=VfykEgFm1PM
(Parte II): Panelistas: Jorge Sequeira (CINDE), Carlos Wong (ZF-Coyol), José Luis Arce (CEFSA), Jeffrey Orozco (UNA) y Ricardo Monge (CAATEC)
(Parte II-I) https://www.youtube.com/watch?v=gMegnyOegZI
(Parte II-II) https://www.youtube.com/watch?v=n7VEMUAtLe8
(Parte III): Conclusiones: Velia Govaere https://www.youtube.com/watch?v=T1GatsxxQfA
Entrevistas: Jorge Vargas, Francisco Arias y Velia Govaere: https://www.youtube.com/watch?v=Ec7JnQImUUc
(Parte I) Especialistas: Velia Govaere, Eduardo Sibaja, Sergio Navas: https://www.youtube.com/watch?v=GOjn7hsDAbw
(Parte II) Especialistas: Velia Govaere, Monica Segnini, Sergio Navas, Jorge Mario Martínez: https://www.youtube.com/watch?v=Kzh8rFllxH0
Editado por Velia Govaere y Fernando Ocampo, es el primer análisis temático de los antecedentes y aspectos relevantes de CAFTA-DR, en su forma operativa, dirigido a estudiantes, profesionales, empresarios y público en general, para entender mejor los alcances y particularidades del tratado comercial más polémico de la historia de Costa Rica. Además de los autores que asumen varios de los artículos más importantes, contribuyen en esta obra los profesionales más prestigiosos en cada campo de los temas tratados.
Entre ellos se encuentra Viviana Santamaría, Ronald Garita, Roberto Echandi, Jorge Cabrera Medaglia, Alexander Godínez, Susana Vázquez, Alfredo Chirino y Patricia Rodríguez Hölkemayer. Entre los temas abordados se encuentran los antecedentes históricos y políticos del TLC, el comercio de bienes, los retos y oportunidades del TLC para los sectores productivos, la problemática de las aduanas en el tratado, el comercio de servicios e inversión, problemas de ambiente y derechos laborales, la contratación pública, la propiedad intelectual y una discusión final sobre la conveniencia o no de aprobar dicho tratado, así como de las adecuaciones legislativas nacionales requeridas para la puesta en operación del CAFTA-DR. Disponible en las librerías de la UNED.
Los artículos contenidos en esta publicación del Observatorio de Mipymes se basan en las más recientes investigaciones y encuestas contenidas en el Diagnóstico de Mipymes y buscan llenar algunos de los vacíos más importantes en el conocimiento social del complejo mundo de las Mipymes en Costa Rica.
Más importante aún, todos los estudios muestran el contraste existente entre la “oficialmente” profesada voluntad política de apoyo al desarrollo de las Mipymes y el escaso alcance o impacto de las políticas públicas en la vida de estas empresas.
El objetivo más profundo de esta colección de ensayos, es pasar del“mas o menos” al dato preciso, de la idea vaga al conocimiento especializado, de la generalidad de las concepciones que existen sobre las Mipymes, a un conocimiento preciso y diferenciado de cada sector y de cada conjunto de necesidades de apoyo.
Esta labor apenas comienza y el libro que aquí se presenta quiere ser un primer paso firme en esa dirección que oriente y guíe las políticas públicas y las investigaciones académicas, así como a las Mipymes a tener una visión más clara de si mismas y de sus necesidades. Al fin y al cabo la conciencia de su propio espacio, valor y necesidades comunes, son un elemento decisivo para entrelazar encadenamientos y desarrollar la sinergia que les permita a ellas mismas incidir en las políticas del Estado.
Disponible en las librerias de la UNED
Este libro aborda la problemática histórica de la integración centroamericana, así como sus retos y desafíos actuales. Se analiza el peso e influencia de las intervenciones regionalesde la Unión Europea, las brechas colectivas y regionales de los países centroamericanos, la problemática de la producción y exportación de productos claves de la región. Su aspecto más renovador es su análisis de la importancia de la equidad social, así como de la gobernabilidad democrática en la región para que su paradigma de apertura sea sostenible.
La problemática del comercio exterior es abordada desde todos sus ángulos sociales y sus impactos ambientales. Ilustra los problemas técnicos de las negociaciones. Plantea los principales dilemas de un Acuerdo que busca vincular lo político con lo comercial y con el desarrollo sostenible tanto desde un punto de vista social, como ambiental.
Este libro está dirigio tanto al estudiante académico, como a las organizaciones de la sociedad civil. Servirá como excelente material de apoyo a la docencia y ejemplo, al mismo tiempo, de cómo es posible y beneficioso integrar, de forma holística, los elementos técnicos del comercio con las valoraciones y retos históricos y sociales.
El Observatorio de Comercio Exterior (OCEX) de la UNED responde con esta obra a una demanda social, nacional y centroamericana. Su publicación forma parte de los esfuerzos de nuestra Alma Mater por colocarse a la vanguardia nacional y regional en servicios de apoyo e investigación académica en temas de comercio exterior.
Disponible en las librerias UNED
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